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Fecha: 03/08/2015

Es deber del periodista hacerse cargo de la conversación que ha generado su nota

Sebastián Valenzuela sobre encuesta de Periodismo y Redes Sociales.

El estudio de TrenDigital muestra el uso periodístico de las redes y en cuáles se confía.

Por Maximiliano Arce Castro     

"Queríamos tener un panorama empírico cuantitativo de la función que están cumpliendo las redes sociales ahora, durante toda la actividad periodística, para qué las usan en su trabajo, qué percepciones tienen, cuánto confían, y el impacto que tienen en sus trabajos". Ese es el objetivo que el profesor de la UC Sebastián Valenzuela y autor del estudio "Encuesta de Periodismo y redes sociales en Chile" quería cumplir. Esta mañana presentó los resultados tras entrevistar a 310 profesionales de 39 medios chilenos.

¿Con qué te encontraste?
Con cambio y continuidad. En que hay cosas para las cuales, probablemente, las redes sociales han significado un cambio profundo en la actividad periodística en ciertos aspectos, y continuidad en el sentido de que todavía las redes sociales no han tenido su potencialidad usada como podía ser en el periodismo. Todavía los periodistas siguen funcionando en gran medida como si las redes sociales no existieran.

¿Qué te llamó más la atención?
Se ha logrado una especialización por plataforma. No todas las redes sociales son iguales, algunas son más importantes para una parte del ciclo noticioso y otras no.

¿Cuáles son esas?
VVhatsApp y Twitter, por órdenes de magnitud, son las redes usadas profesionalmente por los periodistas más importantes y con más frecuencia. WhatsApp es importante para lo que es la organización del reporteo, la coordinación entre el periodista y el editor, contacto con las nuevas fuentes. Esto, en la producción de la noticia. Twitter cumple un rol a lo largo de todo el ciclo, para contactar mucho a la fuente y saber lo que está pasando para informarse, y para promover lo ya producido.

¿Y qué pasa con otras redes sociales?
Con Facebook encontramos que para efectos periodísticos, es una red bastante secundaria. De hecho, su uso principal es sobre todo para la difusión, promocionar el contenido y el engagement con la audiencia.

¿Nada de Instagram, Youtube o Pinterest?
Los periodistas de TV, como los de medios electrónicos, con respecto a los de radios y diarios impresos, los usan con mayor intensidad, pero no al punto de desbancar a Twitter, que ya es parte con - sustancial de la actividad periodística. A Instagram no la usan para nada; Pinterest, para qué decir, ni los periodistas de medios digitales.

Y en términos de utilidad, ¿para qué las usamos más los periodistas?
Para monitorear el entorno, para saber qué es lo que está ocurriendo, de lo que puede opinar la gente, pero no es el lugar para dar a conocer noticias de última hora. Las ven como un apoyo. Los medios tradicionales siguen siendo el principal canal de información para los periodistas, para lo que es su trabajo.

De acuerdo a la encuesta, 46% confía en la información de instituciones y sólo 25% en los parlamentarios.
Esto choca con el discurso que uno escucha tanto de "hay que humanizar las instituciones". Los periodistas confían mucho más en el mensaje que entrega la intendencia que en lo que dice el intendente. Lo importante es entender con el tiempo a qué se debe esto.

Las redes han cambiado al periodismo?
Las redes sociales no son la fuente primaria, y han cambiado las prácticas periodísticas, pero no hay que ser ciberoptimista ni ciberpesimista. Esto no es el acabose de cómo conocíamos el periodismo.

¿Entonces no nació un "nuevo nuevo periodismo" gracias a las redes?
Creo que no. Lo que hay es un periodismo que es distinto. La conversación con el público se da ahora más que nunca con las redes sociales, porque han sido vistas como el gran espacio para conversar sobre las audiencias, pero es una asignatura pendiente por parte de los periodistas. Es deber del periodista hacerse cargo de la conversación que ha generado su nota.

A veces hay preguntas genuinas de la audiencia, y no está incorporado en los periodistas el sentir que es un deber tener que responder sus preguntas. Antes, esas interrogantes se las llevaba el viento. Ahora están en todas partes plasmadas y requieren de una respuesta. Para eso tenemos las redes.